Por desgracia, el abandono de animales está a la orden del día. Sumado a los percances que podemos sufrir, había que poner una solución. Porque con percances nos referimos a que, por ejemplo, tu peludo se pierda o se escape mientras está paseando. El microchip para mascotas es el recurso perfecto, pero no el único. Reforzar la seguridad de tu perro o gato nunca está de más. Desde KOKO te vamos a contar cuál es la combinación ideal para aumentar la seguridad de tu mascota.

Así funciona el microchip para mascotas

El microchip es un dispositivo muy pequeño, del tamaño de un grano de arroz. Se implanta en el interior de los animales y, en su interior, contiene un código que permite identificar al propio animal. Además, el microchip también incluye la información de contacto del dueño. Se trata de un dispositivo, repetimos, muy pequeño, no causa dolor a tu mascota ni produce efectos secundarios.

A día de hoy, el microchip es obligatorio para algunos animales de compañía que todos conocemos o tenemos: perros y gatos. Este dispositivo no puede reemplazarse, por lo que contribuye a evitar el robo de mascotas. De los animales que se pierden y tienen microchip, más de la mitad terminan volviendo a casa con sus dueños, según el estudio «Él nunca lo haría».

¿Qué limitaciones tiene el microchip para animales de compañía?

Ahora bien, el microchip pierde su función cuando sales de tu comunidad autónoma. ¿Qué quiere decir esto? Esto significa que el dispositivo no puede ser leído, por ejemplo, en Aragón si eres de la Comunidad Valenciana. Aparte, no todo el mundo puede acceder a la información del microchip, solo los veterinarios y la policía pueden leer el contenido de este dispositivo.

Pongamos el supuesto de que te marchas de vacaciones con tu peludo. Tú eres de la Comunidad Valenciana y te vas a pasar una semana a Cantabria. Llegas a tu destino y te marchas a pasear con tu perrete, pero la cuerda se rompe y él se escapa asustado. La persona que encuentre a tu perro no podrá hacer nada si la única manera de localizarte es a través del microchip, un microchip que no podrá ser leído en Cantabria habiendo sido colocado en la Comunidad Valenciana.

Chapa identificativa para mascotas

Entonces, ¿qué podemos hacer para reforzar la seguridad de nuestra mascota? Debemos acompañar el microchip de nuestro fiel compañero de una chapa identificativa con la que poder localizar al dueño. Así, si sufrimos un percance, la persona que dé con nuestro perro podrá contactar con nosotros sin la necesidad de acudir a un veterinario o a comisaría.

En este sentido, la mejor opción que hay en el mercado es Koko Pets. Se trata de un dispositivo NFC en forma de chapa que se coloca en el collar de nuestro peludo. Al acercar el móvil al Koko, podremos acceder a un perfil digital de la mascota. Este innovador producto nos permite incluir la documentación del animal, su historial veterinario, información del dueño, teléfono de emergencia… Incluso cuenta con aviso de ubicación. Ya no hay excusa, reforzar la seguridad de tu perro o gato está al alcance de todos.