El verano suele ser época de celebración en muchísimos pueblos y ciudades de España. Esto significa que los fuegos artificiales tendrán un papel relevante en casi cualquier fiesta. La pirotecnia es un arte, pero la explosión de los petardos puede poner en riesgo la integridad de tu mascota. Desde KOKO te traemos algunos consejos para que puedas ayudar a tu peludo cuando el sonido de los fuegos de artificio se cuele en sus sensibles oídos.
Los perros pueden oír entre 45.000 y 65.000 hercios
Los fuegos artificiales pueden llegar a ser más ruidosos que un avión despegando (140 decibelios). Los oídos humanos comienzan a sufrir daños a partir de los 85 decibelios, pero solo son capaces de escuchar hasta unos 20.000 hercios. Los perros pueden oír entre 45.000 y 65.000 hercios, de manera que pueden sufrir serias consecuencias físicas y emocionales con el ruido de los fuegos de artificio.
Las estadísticas no mienten: al menos un 40% de los perros tienen fobia al ruido. No se trata solo de todo lo relacionado con la pirotecnia, también podemos incluir tormentas eléctricas, el ruido que emite un taladro, el sonido producido por un secador eléctrico… El caso es que esos ruidos son «rutinarios», podemos encontrarlos más de vez en cuando. Sin embargo, los fuegos artificiales suelen ser algo esporádico y a lo que nuestras mascotas no están acostumbradas.
Cómo preparar a tu mascota ante los fuegos artificiales
Lo primero de todo, debemos asegurarnos de que nuestro peludo tiene su collar y la chapa identificativa bien puestos, ya que puede tratar de escapar al escuchar los petardos. Si sabemos de algún día concreto en el que vayan a tirar fuegos de artificio, intenta que tu mascota dé un paseo largo y tendido. Un perro cansado es un perro mucho más tranquilo.
Por supuesto, intenta que tu peludo esté en la habitación más silenciosa de todas y dale algún juguete para intentar distraerle. Otra opción es ponerle música relajante que contrarreste el sonido emitido por los fuegos artificiales. Recuerda que tú también debes mantener la calma. No te alteres si ves a tu mascota pasándolo mal. Tu perro puede mirarte y ver cómo reaccionas, intenta no mostrar signos de alteración.
La medicación es el último de los recursos
No tiene nada de malo recurrir a los calmantes, pero tiene que ser nuestro último recurso. Antes de medicar a nuestro peludo, tenemos que probar a calmarle de manera natural. Si lo hemos intentado todo y no hay manera de rebajar su alteración, podemos recurrir a los calmantes. En muchas situaciones, los dueños de mascotas se han visto obligados a acudir al veterinario a causa del ruido que emiten los fuegos de artificio. Si percibes algo muy anormal en tu perro, no dudes en pedir ayuda a expertos.
Desde KOKO sabemos que la época de fuegos artificiales es dura tanto para mascotas como para propietarios, pero lo esencial es mantener la calma y seguir los mejores consejos. ¡Nadie es más fuerte que tu peludo y tú juntos!
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